Recientemente concluyó una capacitación para líderes a escala global con la entidad Center for Mind-Body Medicine (CMBM, por sus siglas en inglés) y fue una de las experiencias más gratificantes. La temática sobre el trauma fue el punto de conexión para trabajar el desarrollo del liderato y acercamiento educativo sobre las raíces del trastorno de estrés postraumático. Las causas del trauma desde el crisol individual y comunitario fracturan el bienestar colectivo y el primer paso para comenzar a sanar es expresarlo y compartirlo con otras personas que lo hayan experimentado en espacios de discusión seguros y profesionales.
El abordaje sobre el trauma, liderado por el doctor James Gordon desde el CMBM lleva siendo estudiando y trabajado por más de tres décadas con personas que han asumido alguna responsabilidad para enfrentarse a situaciones profundamente injustas y lamentables, por ejemplo; guerras, torturas, desastres naturales, pobreza, violencia, enfermedades degenerativas, entre otras. El trauma más reciente que hemos experimentado los seres humanos es la pandemia que inminentemente afecta la salud mental.
Los individuos que trabajamos en posiciones de liderato debemos ser receptivos a dialogar sobre el trauma. Es vital trabajarlo ya que estamos expuestos a tomar decisiones en momentos de emergencias, brindar apoyo a equipos de trabajo y lidiar con situaciones críticas que ponen en riesgo la seguridad y la vida. Por consiguiente, somos vulnerables a la fragilidad que provoca el trastorno de estrés postraumático. El cuerpo humano se violenta luego de un trauma y se manifiesta el quebranto de muchas formas conducentes a través de nuestra estructura biológica.
Según los datos estudiados por el CMBM el 82% de los individuos en los Estados Unidos ha experimentado al menos un trauma en su vida. Otro dato revelador es que el riesgo de experimentar el trastorno de estrés postraumático es dos veces mayor en las mujeres versus los hombres. Este último dato es crítico y al contrastarlo con el trauma experimentado a raíz de la experiencia en Puerto Rico tras el impacto de los huracanes Irma y María, las mujeres fueron la principal fuerza de movilización liderando encomiendas. No existe un estudio sobre esta aseveración, sin embargo, es un argumento discutido en muchos colectivos de trabajo dentro de las organizaciones sin fines de lucro.
El trauma hay que enfrentarlo apoyado por profesionales de la salud, aunque no son la única fuente de apoyo, ya que todas las personas pueden aprender a entender, profundizar y asumir la iniciativa de educarse para convertirse en interprete de la salud mental en la comunidad. La sanación colectiva necesita de muchas personas decididas a trabajarla. La salud mental es un derecho que reside como determinante social y es clave dentro de la Agenda de Desarrollo Sostenible. A veces pensamos que estamos tan lejos los unos de los otros a través del mundo, cuando nos une cada trauma vivido. No hay distancias entre Puerto Rico, New Orleans, Kosovo, Malasia, Líbano, Irán, Irlanda, Inglaterra, Sudán de Sur, Haití y muchos otros lugares donde el punto de inflexión lo produce el trauma, el más reciente, la pandemia. Urge comprender que la pandemia de la salud mental es importante para enfrentar el trauma en comunidad y transformarlo.
Mariely Rivera Hernández es la directora ejecutiva y fundadora de ChangeMaker Foundation. Es autora del libro publicado en el 2021, Pivotes: agentes de cambio para emprender y creadora de Pivot-ES, podcast galardonado por los Latin Podcast Award 2020.